País de emigrantes

Galicia para ser un país de emigrantes, hemos aprendido muy poco sobre el tratamiento laboral hacia los nuevos inmigrantes que llegan a nuestra tierra, en busca de nuevas oportunidades. Recordar, cuando algún gallego se marchaba para Suiza, EE.UU, Argentina, Canadá, Alemania o Gran Bretaña. Los peores trabajos, durante los primeros años, eran para ellos y las empresas apenas cumplían con los mínimos derechos laborales.

Actualmente, continuamos haciendo lo mismo con los inmigrantes que recibimos. Trabajar sin contrato de trabajo o en precario; horas extraordinarias desorbitadas y sin retribución; las medidas de protección y prevención brillan por su ausencia; trato vejatorio e inhumano; bajos salarios, etc. . Mucha gente lo ve como normal, porque ellos habían pasado por lo mismo en esos países, llamados avanzados, modernos y democráticos. Ahora tendrían que tener la necesaria empatía para entender el infierno por el que están a pasar muchos de esos inmigrantes en la actualidad.

La conmemoración del Día Internacional del Trabajo nos tiene que recordar la necesidad que supone el cumplimiento de los Derechos de los trabajadores en todos los países del planeta, para evitar la picaresca y la corrupción de algunos empleadores avispados que lo único que persiguen es aumentar su patrimonio personal a costa del sacrificio de los trabajadores.